La masacre de Jedwabne 10/07/1941

 

Hoy queremos contaros la historia de cómo, las víctimas de la represión, se convierten en los asesinos de los aún más reprimidos.

Obviamente, el periodo de la 2º guerra mundial (1939-1945) fue un período de terrible inseguridad y sufrimiento, especialmente para los grupos reprimidos por las creencias nazis, pero también lo fue de gran desmoralización, tanto en el sentido de pérdida de esperanza, como de pérdida de los principios morales.

La experiencia de la IIª guerra mundial en Polonia se caracteriza por la dureza de las políticas nazis. Uno de los mayores objetivos de la ocupación era destruir la estructura social polaca, deshaciéndose de las élites gobernantes (políticos, intelectuales, profesores, etc) que se convirtieron automáticamente en objetivos a exterminar para los nuevos mandatarios nazis (también, más tarde, pasaría lo mismo con el ejército soviético).

Se calcula que el 20% de la población polaca murió a causa de la guerra y los crímenes de guerra (6 millones de muertos en total, de los cuales 3 millones eran judíos)

1. ANTECEDENTES Y MITOS

MITO 1: Polonia afronta la guerra como la invasión de un enemigo vecino y mucho más fuerte, que provoca un enorme dolor y pérdida de vidas humanas. A esto se le suma siempre la traición de un aliado que agrava el dolor y la pérdida.

El siglo XIX fue el siglo de las revueltas en Polonia. El país se veía invadido y dividido por países vecinos más fuertes

Pacto austro-ruso-prusiano:

-1772 Austria se queda un 30% del territorio y población;

-1793 Rusia y Prusia se quedan otro 30%

-1794 las tres se reparten lo que ha quedado. Polonia ha desaparecido.

En 1807, con Napoleón, se funda el Gran Ducado de Varsovia que volvería a desaparecer y repartirse en 1815, quedando independiente únicamente la República de Cracovia que desapareció al anexionarse a Austria.

En 1918, al acabar la Iº guerra mundial se reconoce a Polonia como país de nuevo. Polonia había desaparecido durante 123 años (1795-1918)

Pacto no agresión Ribbetrop-Molotov (23 Agosto 1939) Alemania y Rusia firman la no agresión y se reparten Polonia. Terminó en 1941 con la invasión Alemana del territorio soviético polaco

Aquí os dejamos un enlace a un vídeo muy interesante sobre antecedentes e historia Polaca: www.youtube.com/watch?v=DAqMoTObmSI

La ocupación por parte de Alemania se vivió exactamente igual. La resistencia polaca a los nazis se vuelve a ver como la resistencia a un enemigo mayor que causa un dolor y una pérdida enorme. En el alzamiento de Varsovia contra los alemanes en agosto de 1944 del 1 de agosto al 2 de octubre, son 63 días resistiendo el asedio del ejército alemán, mientras que sus aliados, los soviéticos, estaban asentados a unas decenas de kilómetros, en la orilla del río Vístula que divide Varsovia en dos. Los soviéticos no cruzaron el río en ayuda de los polacos (¿sería por problemas de abastecimiento como decían los rusos o para gobernar una Polonia más débil y fácil de controlar?). En este levantamiento se calcula que murieron 250.000 personas y se destruyó el 85% de la ciudad. Las órdenes de Hitler: convertir Varsovia en un lago

MITO 2:

Polonia como adalid de las causas propias y ajenas.

La literatura del siglo XIX había creado el mito de Polonia como defensora de sus causas y de las de los demás (con Hungría contra los otomanos 1526, Rusia contra Napoleón, junto a Rusia contra Alemania en la IIª guerra mundial, etc)

    2- MASACRE DE JEDWABNE

En la Polonia invadida por los nazis, ayudar a los judíos implicaba la pena de muerte.

Jedwabne, con una población muy rural, situada en el distrito de Wonza, al noreste de Polonia, se dedicaba al cultivo de cereal en su mayoría. Situada a 177Km de Varsovia y a 473Km de Cracovia.

En 1939 (al empezar la guerra) contaba con poco más de 3.000 habitantes, de los cuales, la mitad eran judíos que se habían instalado en la zona hacía más de 300 años, huyendo de las persecuciones en el sur de Rusia.

La convivencia era más o menos cordial con sus conciudadanos hasta que empieza guerra y la ocupación nazi. Los nazis, a las pocas semanas de la invasión, ceden estos territorios a los soviéticos hasta 1941. Esta es una de las épocas más convulsas para el distrito, ya que se producen innumerables deportaciones de ciudadanos polacos a Siberia. Los católicos culparán de estas deportaciones a los judíos, por ser comunistas y chivos expiatorios de los soviéticos.

En 1941 nace la operación barba roja, donde la Wehrmacht pretende ocupar Polonia en pocas semanas y llegar a Moscú. Debido a la celeridad de la operación, los alemanes dejaron a los einsatzgruppen (equipos móviles de matanza de las SS) a cargo de deshacerse de los insurgentes.

Aquí tenemos que destacar la figura de un joven einsatzgruppen de 27 años llamado Hermann Schaper (Agosto 1911-2002) que ascendió dentro de las SS de forma meteórica pese a su escasa formación académica. Le encargaron que en 45 días acabaran con los judíos y demás disidentes de 20 poblaciones entre las que estaba Jedwagne. Tras esta misión le es encomendada la seguridad y vigilancia del gueto de Womza, donde se estaban agrupando los judíos supervivientes de las matanzas y posteriormente mandar a todos sus habitantes a campos como el de Auschwitz.

Cuando Schaper llega a Jedwabne se reúne con las autoridades que los alemanes había elegido previamente (alcalde Marian Carolak , traductor Carol Bardon y miembros del consistorio) para decidir los protocolos de eliminación. Identifican a los habitantes que hay que eliminar, el método de detención, retención y eliminación. Los sospechosos de comunistas, miembros del antiguo consistorio, son eliminados días antes del 10 de julio

Entre el 9 y el 10 de julio de 1941 Schaper se reúne con el alcalde y las autoridades católicas y les da un listado larguísimo de individuos a eliminar. Schaper, enmendando un error que se había dado cuenta de que había cometido en otras matanzas, propone salvar una familia de cada oficio, imprescindibles para que el abastecimiento no se vea afectado. El alcalde responde que no hace falta, que ellos se harán cargo de tiendas y campos. Shaper les da menos de 24 horas para acabar con toda la población judía.

El consistorio ya había hecho un llamamiento solicitando la ayuda de las poblaciones cercanas para llevar a cabo esta ejecución y muchos fueron los que acudieron, ya que el expolio de las propiedades de los judíos era muy tentadora.

Cada grupo de vecinos tiene un líder que se encargaba de reunir a una parte del listado que estaba encabezado por los judíos más solventes ,los de los molinos.

Mientras se va llamando puerta a puerta, los jinetes y los carros van cercando y cerrando las vías de escape del pueblo. Los mayores se quedan, están muy apegados a Jedwabne. Los jóvenes , avisados, se escapan a través de los campos de cereales, pero pronto son perseguidos y atrapados, les torturan violan y asesinan.

En Jedwabne, las calles se empiezan a llenar de judíos golpeados, hombres colgados de los árboles, van juntando a todos en la plaza del mercado donde los ponen a limpiarla de malas hierbas, una excusa habitual al parecer, y el alcalde pide que se seleccionen a 50 jóvenes a los que llevan a otra plaza donde hay una estatua de Lenin; les obligan a tirarla al suelo y cargarla al hombro para que, en forma de comitiva, rodeen la plaza donde se encuentran el resto de judíos.

Mientras, el alcalde intenta convencer a los vecinos católicos para que le cedan un granero. Si bien es cierto que algunos se negaron a esto, así como otros se negaron a formar parte de esta persecución quedándose en casa o yéndose de la población estos días, al final consiguieron convencer a Eslesinsky, un vecino cuya propiedad estaba frente al cementerio judío, a 500mts del mercado.

Primero llevan al granero a los 50 jóvenes que llevan la estatua de Lenin, les obligan a cavar una fosa y, una vez cavada, les ejecutan. Cubren la fosa y van llamando a pequeños grupos, que ya están siendo torturados en la plaza del mercado por vecinos de la población, para que se dirijan al granero. Todos, hombres, mujeres y niños, van entrando aterrorizados y sabiendo lo que va a pasar. El traslado al granero dura entre 3 y 4 horas y está acompañado por una banda de música que amortigua los gritos y anima a los verdugos.

Una vez están todos dentro, el alcalde solicita combustible de un par de vecinos y rocían el granero, le prenden fuego y ,mientras arde, aprovechan para lanzar literalmente al fuego a los judíos que han encontrado intentando esconderse o escapar.

Finalmente, la puerta de atrás del granero explota debido al enorme calor y presión del interior y unos pocos judíos que están en la parte trasera logran escapar. Los vecinos expolian los cadáveres en busca de joyas y objetos de valor.

Hay cierta calma unos días hasta que vuelve Schaper a inspeccionar la situación. Se encuentra una montaña de 7 metros de cadáveres y ordena que un grupo de jóvenes caven una fosa y los entierren allí a todos. Fueron horas de un trabajo aberrante. Uno de esos jóvenes, Leon Jietsivc, cuenta el horror que vivió durante horas.

La situación se va tranquilizando y, tras el expolio de los bienes de los asesinados, se hace un llamamiento para que los judíos que han sobrevivido vuelvan, prometiéndoles que no van a ser ejecutados. Imagínate ¿Tú que harías?.

Los supervivientes regresan aterrorizados al no encontrar un sitio seguro fuera de Jedwabne. Se les envía a un pequeño gueto supervisado por la gendarmería alemana y se les asignan labores desde la gendarmería. Los alemanes intentan protegerlos pero, al poco tiempo, el propio Schaper desmonta el gueto y los envía al gueto mayor de Womza.

Hay 7 casos que se escapan del gueto y se personan en casa de una familia católica de Jedwabne que había ayudado a a los judíos del gueto de Womza, Alexander y Antoxa Birschikovsky, que viven con sus dos hijos pequeños y los padres de ella. Antoxa les dice que les va a ayudar en todo, pero que no se pueden quedar allí. Los judíos, desesperados, le proponen que si consiguen hacer un escondite que ni ella misma pueda encontrar, les deje quedarse escondidos. Hacen un recinto dentro de otro debajo de la pocilga de los cerdos y consiguen quedarse. Antoxa rociaba constantemente el recinto con combustible para que los perros de los nazis no los encontraran. Allí estarán 47 meses hasta el final de la guerra entre suciedad, humedad y terror. Al acabar la guerra los vecinos se enteran de que los judíos estaban allí y le dan una paliza a Antoxa.

Sólo uno de ellos quedará en Polonia, Antoxa acompaña al resto a un campamento en la República Checa desde donde huyeron a Argentina, Brasil e Israel.

En 1949 la justicia polaca, basada en el testimonio de Shmuel Vassarstein y de otro judío afincado en Montevideo se pone a investigar, pero Polonia está tomada por el comunismo sovietico y esta investigación se hace para buscar actitudes anticomunistas en un juicio de dos días a 50 personas. Se condena a 21 personas. Una de ellas, el alcalde, es condenado a muerte pero está desaparecido.

Schaper fue juzgado en los años 60, pero los alemanes no encontraron suficientes evidencias (pese a haber testigos) y no lo condenaron. En 1976 lo volvieron a juzgar por crímenes contra los judíos y polacos y le condenaron a 6 años. Tras la apelación la condena quedó anulada y se declaró que su salud era demasiado frágil como para ser juzgado de nuevo. Schaper murió con 91 años y la documentación de sus juicios desapareció tras estos.

A partir de aquí el silencio lo envuelve todo y va quedando olvidado.

Os dejamos el enlace a dos videos que consideramos bastante interesantes, el primero, titulado “Revisiting Neighbors: Polish Debates About The Murder of Jedwabne Jews Jan Gross Mon. Oct. 29, 2001” está en inglés y el segundo es una revisión de lo sucedido a traves del departamento de estudios judaicos de la universidad de Ort en Uruguay, titulado “Retorno a Jedwabne: 1941 - 2020. David Serrano Blanquer, Curso Shoá 2020”:

https://www.youtube.com/watch?v=8zJH0g0_Gq0

https://www.youtube.com/watch?v=Vb8Yzq7eCN0

    3- ASUMIR LOS ERRORES

Asumir lo que se ha hecho mal es complicado, más aún cuando es a nivel nacional. A Francia le llevo 30 años aceptar y hablar del genocidio cometido por el Régimen de Vichy (estado títere instaurado por el mariscal Philippe Petain) en nombre de la ideología nazi. El escritor Robert Paxton en 1974 publicó “La Francia de Vichy: Vieja guardia y nuevo orden” donde, basándose en los archivos nazis, demuestra como, en favor de la seguridad y estabilidad nacional, Francia colaboró con los nazis.

En Holanda tardaron en reconocer el genocidio hasta mediados de los 70

En Polonia, en el 2000, se publica en el libro de Jan Gross “VECINOS: EL EXTERMINIO DE LA COMUNIDAD JUDIA DE JEDWABNE” El personaje Shmuel Vassarstein da testimonio de una historia brutal y estremecedora que nunca antes se había contado y que había sido olvidada por la historia oficial. Es el estudio más revelador que se ha publicado sobre las relaciones entre judíos y polacos en tiempos de ocupación y que, por las apasionadas polémicas que ha levantado en la prensa internacional, se está convirtiendo en un clásico de la literatura sobre el Holocausto.

El 10/07/2001, exactamente 60 años después de que se iniciara la masacre, el presidente de la República de Polonia pide públicamente disulpas. A estas disculpas se unieron 3 obispos polacos.

Varias curiosidades:

Lech Walesa, considerado el padre de la democracia polaca y premio nobel de la paz 1983, se muestra contrario a reconocer lo que pasó en Jedwabne, afirmando que los que murieron eran colaboradores de los soviéticos.

Los Eslesinsky, herederos del vecino que cedió el granero donde murieron casi 1.500 personas asesinadas, vendieron la propiedad al gobierno polaco, lucrándose de la venta.

Los judíos supervivientes del Holocausto, se vieron rechazados y despreciados por una gran parte del resto de los judíos.

Esther Bejarano, superviviente del coro de Auschwitz, señalaba: “los supervivientes de Auschwitz no eran bien vistos en Israel. No nos recibieron bien. O más exactamente: no fuimos recibidos. Porque habíamos sobrevivido, nos acusaron de haber colaborado con los nazis”

Podeis ver aquí abajo la transcripción del texto de Esther bejarano y un enlace a un video de la
Stroum Jewish Studies donde podemos escuchar, entre otros, al propio Jan Gross, autor del libro que destapó todo en el 2000, “The Difficulty of Confronting the Holocaust: Mass Murder in Jedwabne, Poland — Jan Gross”

Hemeroteca Diagonal | Esther Bejarano: “Los supervivientes de Auschwitz no éramos bien vistos en Israel” - El Salto - Edición General (elsaltodiario.com)

https://www.youtube.com/watch?v=kRGG_-I2qhY

Llegados a este punto nos preguntamos, ¿Por qué es tanta la dificultad en asumir los crímenes del Holocausto? Se han dado distintas respuestas a esto, nos gustaría saber vuestra opinión al respecto

1ª posibilidad: Los judíos habían colaborado desde 1939 hasta 1941 con los soviéticos, que eran enemigos históricos de Polonia.

2ª posibilidad: Antisemitismo histórico. En Polonia había legislación antisemita desde el siglo XVIII

3ª posibilidad: Miedo de los católicos a ser perseguidos por los nazis. Sólo por ser polaco, ya eras objetivo nazi.

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