El buen morir




¿Qué te dice la frase "el buen morir"?

Para hablar del buen morir, tal como lo concebimos nosotras, debemos hacer antes un pequeño inciso en las formas de procesar el duelo más conocidas que hay en estos tiempos.


Los 9 Ritos Funerarios más conocidos del mundo

Pese a que el dolor por la muerte del ser querido es dolido por casi todas las religiones es en la hora del entierro o  del funeral cuando se presentan las mayores diferencias entre religiones debido a los ritos funerarios que cada religión lleva a cabo.

Por otro lado,  el ser humano es la única especie en el planeta que entierra a sus fallecidos.

De hecho estos ritos se remontan hasta la época de los neandertales.

Ritos funerarios Griegos

El uso más antiguo entre los griegos para comunicarse con sus muertos fue el del entierro (por encima de la incineración que se reservaba el espacio para las cenizas funerarias en templos para gente importante).

Ritos funerarios Romanos

En la Antigua Roma los ritos de entierro son muy similares a los griegos.

En los primeros tiempos lo más popular fue la inhumación sin embargo esta fue reemplazada más tarde por la cremación.

Posteriormente, en el segundo siglo del imperio la inhumación volvió a aparecer cuando aumentó la población cristiana ya más cerca hacia la caída del imperio.

En la cultura romana, se entendía el entierro como la continuación de la vida por lo que al difunto se lo despedía como si fuera un ciudadano marchando al exilio y no como a alguien muerto.

Una vez dada la oración (o discurso) se acercaba un familiar al muerto y se le abría sus ojos para permitirle ver por última vez la luz, luego se cerraban los ojos pronunciando el nombre del difunto para luego depositar una moneda en su boca para finalmente encender la pira funeraria (encendida por lo familiares cercanos).

Pasado un tiempo el fuego era extinguido con vino y se recogían las cenizas, los huesos, aún calientes, eran lavados con vino añejo o leche, una vez fríos se depositaban en una urna funeraria llena de flores.

Finalmente, al día siguiente se celebraba un banquete póstumo o fúnebre, en el cual se comía en honor al muerto.


Ritos funerarios Egipcios

Los egipcios seguían una serie de «rituales de enterramiento» que eran obligatorios para asegurarse la inmortalidad tras la muerte.

Entre estos ritos se encontraban la momificación, la pronunciación de hechizos mágicos y la inclusión de objetos en las tumbas.

Para los egipcios, mantener el cuerpo del individuo intacto tras la muerte era necesario para que el ka o la «fuerza vital» de los egipcios tuviera un sitio donde habitar tras la muerte.

Los servicios funerarios eran accesibles para cualquiera que pudiera pagarlos, aunque sólo los miembros de la sociedad más adinerados podían permitirse servicios más elaborados por lo que la momificación sólo estuvo disponible para los pobres cuando los métodos se simplificaron y se hicieron más rápidos y menos costosos.

El tiempo medio empleado para momificar era de unos 70 días.

Ritos funerarios Actuales

Hoy en día, los ritos funerarios actuales han cambiado generalmente aunque todos están basados en los antiguos rituales ya que suelen compartir ciertas similaridades.

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Judaísmo. Un rito basado en un año de duelo

Antes del entierro, el cadáver se lava para su purificación y se envuelve en un sudario blanco.

Puesto que esta religión prohíbe la cremación en todo momento el rito judío de enterramiento ha de realizarse en tierra mediante una sepultura.

Antiguamente estos entierros se hacían sin ataúd.

Sin embargo, se cambiaron las leyes sanitarias y por ello a ahora se usan féretros (con la estrella de David) en los que no se ponen flores.

En el entierro, los familiares directos se desgarran una prenda (kria) como forma de expresar su dolor y se viste esta indumentaria durante varios días.

Además, los invitados al funeral suelen colocar piedras pequeñas sobre la lápida funeraria para decir que han estado presentes en la despedida.

Este rito judío se compone de varias etapa:

Aninut.(período entre la muerte y el entierro, cuando la desesperación es más intensa). En esta etapa los familiares del fallecido están exentos de cualquier requerimiento religioso.

Lamentación (tres primeros días tras el entierro). Quienes están de luto deben permanecer en el hogar y no responder ni a saludos. Además, no pueden rasurarse ni arreglarse y tienen que recitar el kadish.uno de los rezos principales de la religión judía, cuyo texto está escrito casi por completo en arameo.

Shivá (siete días tras el entierro). Sigue la prohibición de rasurarse y las ropas rasgadas pero ya pueden relacionarse con la gente.

Sheloshim (30 días posteriores al entierro). Los familiares ya pueden integrarse en la sociedad parcialmente. Se pone fin a esta etapa en el momento en el que se acaba la prohibición de rasurarse.

Un año de duelo. Durante este año está prohibido participar de fiestas durante los 12 meses posteriores al entierro.

La religión católica y la unión con Dios

La religión católica se basa en creer «en la resurrección de los muertos y la vida eterna».

Por ello, tras la muerte el alma se libera del cuerpo para ir al encuentro con Dios.

En la actualidad, no existen limitaciones a la hora de incinerar o inhumar el cuerpo y este se suele introducir en un féretro adornado con arreglos florales.

La serenidad de los Testigos de Jehová


La Biblia nos promete que en el futuro “la muerte ya no existirá” (Apocalipsis 21:4)

La Biblia a menudo compara la muerte con un sueño profundo y quien duerme profundamente no se entera de lo que pasa a su alrededor, no tienen conciencia de nada. Pero sin embargo, la Biblia enseña que Dios puede despertarlos y levantarlos a la vida (Job 14:13-15).


Para los Testigos de Jehová los muertos no sienten alegría ni sufren, simplemente están inconscientes, no sienten nada, no pueden ayudar a quienes siguen vivos ni tampoco hacerles daño. Ni una sola parte del ser humano sigue viviendo cuando muere el cuerpo, es decir, no se posee un alma ni espíritu inmortal”. El alma es uno mismo y desaparece cuando uno deja de respirar. Cuando sea despertado, aunque sus restos hayan desaparecido, será como volver al día después en la vida. Jehová hará el milagro de recordar y reconstruir a la persona tal como era librándola de las imperfecciones humanas acumuladas.

Esta religión considera la muerte como un enemigo, ya que, según la Biblia, el ser humano no ha sido creado para morir. En primera a los Corintios 15:26 se afirma que “como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada”. Desde las Santas Escrituras se defiende la idea de que este proceso no es natural, ya que el ser humano ha sido creado con el deseo de vivir. 

Los Testigos de Jehová afrontan la muerte de un ser querido desde una perspectiva mucho más serena ya que creen en la resurrección futura y por lo tanto no hay nada que temer ya que es un sentimiento de ausencia temporal.

Los testigos de Jehová no hablan de un ritual funerario como tal.

De hecho, cuando sucede este acto se dan discursos sobre la esperanza de la vida que ofrece la Biblia para un mundo mejor.

Además, se habla de los aspectos positivos de la muerte mientras se produce un velatorio humilde y sin símbolos religiosos.

LOS 144.000 es un límite al número de personas que reinarán con Cristo en el cielo y pasarán la eternidad con Dios. Los 144.000 tienen lo que los Testigos de Jehová llaman la "esperanza celestial". Los que no están entre los 144.000 disfrutarán de lo que ellos llaman la "esperanza terrenal"—un paraíso en la tierra gobernado por Cristo y los 144.000. 


El Islam y el Corán

El Islam se basa en enseñar que «la muerte es un decreto divino y que puede llegar en cualquier momento ya que solo es el fin de una etapa y el inicio de otra en el ciclo vital de una persona».

Durante el proceso de duelo de hecho es común pronunciar la frase con aceptación: «Todos somos de Dios y a Él hemos de volver».

Los musulmanes creen en la resurrección (no reencarnación) y en que la muerte es el comienzo de otra fase fundamental en la existencia.

Tras el fallecimiento, al difunto se le coloca sobre el costado derecho orientado hacia la Qibla o Meca

El cadáver se lava (las mujeres se encargan de las mujeres y los hombres de los hombres) se le cierran los ojos y se le cubre el cuerpo con tela blanca de algodón.

En el Islam la  incineración queda totalmente prohibida siendo la inhumación (orientando el cuerpo hacia la Meca) el único método válido.

Durante el rito funerario se realizan súplicas por el fallecido y lecturas del Corán entero o parte del mismo».

En la religión islámica se recomienda un entierro rápido y un funeral sencillo ya que este consiste en juntar a la familia y conocidos del fallecido con el fin de recordar los buenos momentos con el fallecido y perdonarle sus fallos.

Iglesias Evangélicas, la importancia del contacto personal

La iglesia evangélica cree en la resurrección (no en la reencarnación) para pasar a la vida eterna ante la presencia de Jesucristo.

Es un proceso de tristeza y dolor para las familias pero también de esperanza.

Durante el sepelio se vela el cuerpo en el tanatorio acompañados de los líderes religiosos y los miembros de la comunidad ya que en esta confesión la comunidad es muy intensa y cercana.

Antes del entierro, hay un servicio religioso con cánticos y lecturas de la Biblia.

Durante la ceremonia predomina el ambiente sobrio y sencillo predominando lo espiritual y no lo superfluo y material (no se usan flores ni crucifijos) ya que ellos saben que la muerte no es la derrota final.



Budismo y el karma

Según la religión budista (la cual goza de varias visiones) La muerte es el comienzo de una nueva vida y no el final.

Los budistas creen en la reencarnación aunque no se refieren a ella con semejante término.El ciclo de renacimientos llamado saṃsāra se considera insatisfactorio y doloroso, es el ciclo ininterrumpido de existencia sin control. La intención budista es llegar a conseguir una mejora constante a lo largo de estas vidas para poder alcanzar la iluminación (convertirse en un Buda).

Por ello cree en la rueda sin fin del karma. Basándose en que hay una mente y cuerpo muy sutiles, ambos inmateriales, en el que se queda grabada toda la información kármica de todas las acciones físicas, verbales y mentales realizadas vida tras vida, y esa información kármica es la que transmuta de encarnación en encarnación, el conjunto de acciones y tendencias previamente determinadas en la vida pasada proyecta y condiciona las actuales y las futuras. Es decir, según las acciones en vida de la persona esta se «reencarnará» en algo agradable o desagradable.El ciclo de reencarnación y muerte se mantiene tanto tiempo como sea necesario que ese karma precise para obtener la iluminación.

Habitar un cuerpo humano tiene un valor añadido de preciosidad para el budismo, dado que es, en relación a todas las criaturas vivas que existen, un estado muy escaso, y sobre todo, porque el ser humano presenta condiciones óptimas para generar más acercamiento a ese estado de iluminación

Para favorecer un tránsito a una situación más propicia, es fundamental el estado de conciencia en el que se encuentre la persona en los momentos antes de fallecer, cantos, rituales, enseñanzas del Bardo Thodol (libro tibetano de los muertos) durante 7 semanas (máximo para la siguiente reencarnación)

El budismo acostumbraba a incinerar los cuerpos al igual que su religión precursora, pero debido a la escasez de madera para incineraciones (Tibet)se estableció la costumbre de “enterramientos celestiales”, es decir, en el cual se deposita el cuerpo en altos parajes, ofreciendo como los restos a los animales depredadores que allí habiten.

PERCIBIENDO EL FINAL:

-Señales distantes: 3-6 meses antes de morir

-tener hipo de manera continuada mientras se defeca u orina; 

-el no poder escuchar el zumbido que se oye al taparnos los oídos; 

-el que la sangre no vuelva con rapidez a las uñas tras haber ejercido cierta presión sobre ellas; 

-tener hipo al realizar el acto sexual; en el caso de la mujer, perder gotas blancas en vez de rojas al realizar el acto sexual y , en el caso del hombre, gotas rojas en vez de blancas; 

-perder el sentido del gusto o del olfato sin razón alguna; 

-espirar aire frío; al echar aliento sobre la mano, sentirlo frío en vez de cálido; 

-el que la lengua se encoja, sintiendo como si estuviera enrollada o hinchada, y no poder ver su punta al sacarla; en la oscuridad, 

-no poder ver formas y figuras de colores al apretar con el dedo la parte superior del ojo

-tener la alucinación de ver un sol por la noche

-no poder segregar saliva en la boca; 

-el que la punta de la nariz se meta hacia dentro;

-el que los globos oculares se hundan más de lo normal en las cavidades de los ojos.” 

- “un cambio en nuestro carácter, por ejemplo ser agresivos cuando, por lo general, somos amables y tranquilos, o lo opuesto; 

-el dejar de gustarnos el lugar donde vivimos, nuestros amigos u otros objetos de apego sin motivo alguno; 

-sentirnos tristes sin razón;

-que nuestra sabiduría e inteligencia sean menos claras y poderosas que antes.”

-soñar varias veces que nos caemos de una montaña, que estamos desnudos o que viajamos solos en dirección hacia el sur a través de un desierto

-Las señales cercanas (de la muerte): hacen referencia a cómo los elementos esenciales que componen el cuerpo se van disolviendo de uno en el siguiente hasta completar la separación de la consciencia del cuerpo.

“Primero se disuelve el elemento tierra del cuerpo: la señal externa de esta disolución es que el cuerpo adelgaza;”

“A continuación, se disuelve el elemento agua: el signo externo es que la boca y la lengua se secan, y los fluidos del cuerpo tales como la orina, la sangre y el semen disminuyen;”

“Después se disuelve el elemento fuego: la señal externa de esta disolución es que el calor del cuerpo disminuye y la zona alrededor del ombligo, el lugar donde se produce el calor del cuerpo, se enfría;”

“A continuación se disuelve el elemento aire: la señal externa es una reducción del movimiento, debido a la pérdida de la fuerza de los aires que fluyen por los canales de energía del cuerpo y que nos hacen generar las mentes burdas;”

Es entonces cuando cesa el movimiento físico, se deja de respirar y el corazón ya no late, consideramos que la persona ha fallecido, pero según la tradición budista la consciencia aún no ha abandonado el cuerpo. Este último proceso puede llevar más o menos tiempo y se indica la última señal física: una gota blanca emerge por la punta del órgano sexual y una gota roja sale por los orificios nasales. Es entonces cuando se considera que el proceso de la muerte ha concluido y la consciencia ha abandonado el cuerpo.

Por lo general, en esta religión el cadáver se prepara con formol para que permanezca en casa siete días antes de la cremación (para que el espíritu se libere del cuerpo) y durante ese tiempo los monjes van a rezarle hasta que se esparcen las cenizas en un río.

https://efuneraria.com/blog/ritos-funerarios/

https://www.navasfuneraria.com/noticias/si-vamos-a-morir-cual-es-el-sentido-de-la-vida#


Como decía el sabio Sócrates “el hombre que no piensa sino en vivir, no vive”. Al igual que vivir, morir forma parte del ciclo de la vida, sin embargo, en muchas culturas, entre ellas la occidental lo difícil es aceptarlo. Ahí comienza el miedo y el sufrimiento, la negación ante una realidad que ya conocemos pero que no queremos que llegue. Hablemos de la Tanatofobia, el miedo a la muerte/a morir.

 

VIDA Y MUERTE. Las dos caras de la misma moneda. La única verdad que sabemos es que desde el momento en que nacemos, estamos muriendo poco a poco. Temerla es algo natural, el problema llega cuando el miedo es dominante. Los ataques de pánico, la ansiedad, la negación  o cuando perjudica al día a día, entonces, es el momento de buscar ayuda.

La tanatofobia solo afecta al 2 por ciento de la población. No obstante, sin obsesionarnos, es buen pretexto para recordarnos que hay que pensar en la muerte  y, sobre todo, aprender a verla como parte de este viaje que es la vida. Exponer lo que se teme es una de las técnicas que ayuda a relajarnos y a ver las cosas desde otra perspectiva.

Antonio Cano, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS)

“En nuestra sociedad ha habido un cambio en las últimas décadas con respecto a la muerte. Antes se le rendía culto en rituales de duelo. Ahora, ha ido evolucionando (involucionando diría yo) hacia una negación y una ocultación de la muerte. Cuando muere alguien no hay niños, no se les habla de lo que significa morir y eso genera un efecto negativo”, concluye el psicólogo, Antonio Caso.

 Teniendo miedo de la muerte entregamos la libertad de la vida.

¿No hemos de confesar, una vez más que, con nuestra civilizada actitud hacia la muerte, vivimos psicológicamente más allá de nuestros recursos y que debemos enmendar todo esto dándole a la verdad lo que se le debe? ¿No sería mejor darle a la muerte en la realidad y en nuestros pensamientos el lugar que le pertenece y otorgarle un poco más de relevancia a esa actitud inconsciente hacia la muerte que hemos suprimido hasta la fecha con tanto cuidado? SIGMUND FREUD

Entre todas las cosas que conmueven al ser humano, una de las más importantes es el terror a la muerte. A partir de Darwin, el problema de la muerte como algo evolutivo pasó a primera línea. Muchos pensadores vieron de inmediato que se trataba de un problema trascendental para el ser humano. También advirtieron muy rápidamente en qué consistía el verdadero heroísmo. Como escribió Shaler a principios de siglo,ante todo, el heroísmo es un reflejo del terror a la muerte. Admiramos al máximo el valor para enfrentarse a la muerte y le otorgamos a ese valor nuestra mayor y más constante adoración; nos emociona profundamente porque dudamos del coraje que tendríamos nosotros. Cuando vemos a una persona afrontando con entereza su propia extinción, es como si ensayáramos la mayor victoria que podamos imaginar. De este modo, el héroe ha sido el centro del honor y la aclamación, probablemente desde el principio de la evolución humana específica, incluso antes de que nuestros antepasados primates respetaran a los que tenían fuerza y valor por encima de lo normal y despreciaran a los cobardes. El ser humano ha elevado el valor a la categoría de culto. 

En el siglo XIX, la investigación antropológica e histórica comenzó a configurar una imagen de lo heroico desde la época primitiva y arcaica. El héroe era la persona que podía ir al mundo de los espíritus y de los muertos, y regresar viva. Tuvo sus descendientes en los cultos mistéricos del Mediterráneo oriental, que fueron cultos de muerte y resurrección. El divino héroe de todos estos cultos era alguien que había regresado de la muerte.(ERNEST BECKER LA NEGACIÓN DE LA MUERTE, editorial Kairós. Premio Pulitzer)

La cuestión real es que hemos perdido de vista nuestra propia muerte, con los años, los siglos, el ser humano ha cerrado los ojos a la mortalidad de cualquier especie, sobre todo de la suya, y eso nos ha llevado a asumir una cierta inmortalidad, si no se habla de algo, no existe. Stephen King dice que el miedo primigenio es una puerta entreabierta, la incertidumbre, el no saber que hay más allá, y qué es la muerte sino una puerta, la puerta definitiva, entreabierta, mirándonos desde una distancia nunca lo suficientemente larga para nosotros. 

Si fuéramos capaces de integrar de nuevo la muerte en nuestro día a día, si pudiéramos hablar de ello sin considerarlo tabú, ni de mal gusto, si las personas no cerraran ojos, oídos y almas a poder conversar sobre algo tan natural como respirar, tal vez así aprenderemos a morir desde que nacemos, diríamos lo que deseamos, lo que necesitamos decir antes de que fuera demasiado tarde, antes de los arrepentimientos y las culpas


A día de hoy existen multitud de asociaciones, organizaciones y grupos que acompañan de una manera u otra a personas que están abandonando la vida, voluntarios que acompañan a terminales y que les dan en esos últimos momentos la compañía y sobre todo, el sostén y el cariño que necesitan, acompañamiento, conversación, escucha, apoyo o simplemente silencio, personas ajenas a su familia, a su entorno, porque cuando tu madre o tu abuelo, por ejemplo, empieza una frase diciendo a mí ya no me queda mucho de vida, lo que suelen recibir como respuesta es, no digas tonterías, si estás fenomenal…por qué ese miedo? ¿Por qué mentimos tan descaradamente?de verdad pensamos que diciendo algo así podemos borrar el final de aquellos a quienes queremos? seguimos siendo esos niños que creen que al taparse los ojos el mundo desaparece?


Respetar el miedo de aquellos que nos rodean, darles la mano sin intentar arreglarlo, solo permitiéndoles demostrarlo, hablarlo, verbalizar aquello que les angustia puede ser lo único que necesitan para liberar esa angustia, para poder irse en paz. Porque esa es otra, alguien que está viendo como se acerca su final y que, por convenciones sociales no puede hablar sobre todo ello, se lleva esa angustia, ese dolor, ese miedo consigo a la tumba, convirtiendo algo temible pero natural en algo inconmensurable, aterrador. ¿Cómo consigue soltarse un alma con semejante carga encima?


Negación de la muerte y su repercusión en los cuidados 


  -El 100% de los profesionales opina que la UCI y las Urgencias no son los lugares más apropiados para morir, y que las Plantas de hospitalización no cuentan con espacios adecuados para ofrecer una muerte digna. Demandan formación en Cuidados Paliativos. 

-«Es que dejan de ser ellos…están llenos de tubos, hinchados…desfigurados. Cuando la familia te enseña una foto de ellos…» (enfermera UCI).

-«Nadie debería morirse nunca en Urgencias, a la vista de todos»

-«Yo si veo que hay alguna habitación vacía cambio al acompañante para que cene en otro sitio» (enfermera de hospitalización en planta).

-“La información es como un instrumento mediante el cual se ejerce el poder, su omisión consigue aislar al moribundo, reforzando así la muerte social que de manera previa ya venían padeciendo algunos de los moribundos, aumentando así su soledad y sufrimiento, y le priva de derechos que vienen recogidos en la ley denominada autonomía del paciente. En la cultura anglosajona, se informa primero al enfermo, pero aquí no es así. Todos sabemos que hay que informar a la familia, y casi se hace antes que al propio enfermo» «A veces nos hemos encontrado informando a varias personas diferentes de la misma familia, que no se hablan entre sí» (médico hospitalización en planta).


Conclusiones

En la estructura social hospitalaria, se necesitan nuevas formas de organizar, hablar y pensar en la muerte, ya que esto disminuiría el sufrimiento y la soledad de los pacientes, de sus familias y de los propios sanitarios.

Negación de la muerte y su repercusión en los cuidados | Medicina Paliativa (elsevier.es)


https://www.google.es/books/edition/El_cuaderno_de_Nippur/8Ox2CwAAQBAJ?hl=es libro en el que se basa la película "el cuaderno de Tomy" 

Una mujer con un cáncer terminal escribe un extraordinario cuaderno sobre la vida, la muerte y el amor para que su hijo la recuerde. Basada en una historia real.

Basada en: El cuaderno de Nippur de María Vázquez Año: 2020

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